sábado, junio 06, 2015

OBSERVADA DESDE PENCO LA BOCA CHICA ES UNA ILUSIÓN

La boca chica de la bahía al centro de la foto.
La geografía del litoral de Penco nos marcó desde siempre. Demos un recorrido con la mirada de derecha a izquierda: 1 Punta de Parra con su túnel ferroviario; 2 la prominencia de Cocholgüe que a la distancia a veces es posible ver la espuma del impacto de las grandes olas contra sus roqueríos; 3 la boca grande de la bahía puerta principal de buques; 4 la isla Quiriquina con sus fieros acantilados color terracota; 5 la boca chica, un estrecho paso marítimo rara vez surcado por embarcaciones mayores; 6 la península de Tumbes con las luces de Talcahuano y las antenas del cerro Centinela; 7 las tetas del Biobío; 8 la isla Rocuant un páramo, último refugio de las aves silvestres; 9 la desembocadura del río Andalién que marca el límite sur poniente de la comuna. Con la playa de Penco terminamos el circuito de 360 grados.
El traslape de la península y la isla observada desde el camino a Primer Agua o Camino Real.

Es en la boca chica de la bahía donde quiero detenerme porque el nombre se debe sólo a la perspectiva única de Penco. Desde Lirquén, ya no es posible verla, porque la isla se sobrepone a la península creando la sensación visual de continuidad terrestre. Pero, es precisamente este traslape de isla y península, lo que debemos entender como un accidente geográfico que es más que una simple boca. Se trata de un canal. La disposición de la punta sur de la Quiriquina respecto de la punta norte de Tumbes forma un canal. Este traslape no se da en la boca grande donde la isla mira de frente a Cocholgüe. No hay que ser un geógrafo para comprender el accidente de la boca chica. Basta remitirse a las definiciones de la ciencia.
La amplitud de la boca chica se magnifica cuando nos ubicamos más hacia el sur de la comuna.
Desde Penco y gracias a la boca chica vemos el espacio occidental del océano a través de aquella estrecha ventana. Por el contrario, más a la derecha justamente la amplitud de la boca grande nos permite prolongar la mirada más allá de la bahía, hacia nuestro litoral norte. Si avanzáramos por la playa desde Penco, hacia Cerro Verde y Lirquén, la boca chica de cierra completamente ante nuestros ojos. Ello porque a diferencia de la boca grande, la chica es sólo una ilusión puesto que es un canal.

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