lunes, enero 02, 2017

EL CLUB ATLÉTICO DE PENCO FUE UN MODELO DE SOÑAR Y REALIZAR

   
José Riquelme Araneda.
Un niño de sólo 8 años en Penco tuvo la idea de crear un club de fútbol y lo hizo. Aquello ocurrió recién cuando se iniciaba 1940. El 16 de enero de ese año nació Atlético, que después se convirtió en la pasión de toda la vida de su fundador, José Riquelme Araneda. Y este emprendimiento de entonces –que comenzó como un simple juego infantil— ha dejado una significativa lección. Nos permitió establecer la diferencia entre un soñador a secas que vive en las nubes y nadie lo baja de ahí; y un soñador pero que es un realizador al mismo tiempo. Este último tiene los pies bien puestos en la tierra, sólo que su cabeza está en las alturas. Nuestro soñador-realizador, don José, ya adulto nunca dejó de acunar a un niño en su corazón. ¿A quién se le podría imaginar tener su propio club de fútbol? Imposible, diría hoy un hombre maduro. Se necesita mucho dinero, un estadio, equipamiento, profesionales, personal, un entrenador con su cuerpo técnico –y por sobre todo—, jugadores. ¿Cómo se podría financiar algo así sin tener esponsors importantes?
   Sin embargo, en Penco don José perseveró en su magnífica idea de niño. Sin ninguno de los recursos mencionados, siguió adelante. El club nació con el nombre de Atlético Football Teams, con camiseta diseñada: azul con una franja blanca en el pecho. Los jugadores vinieron solos a matricularse en el nuevo club. El entusiasmo fue total. Así de soñador y realizador fue don José Riquelme.
   He publicado otros post sobre este interesante ejemplo de un niño, un hombre y su club, pero cada vez siento el impulso de abordar nuevamente el asunto porque escarbando en el pasado le hallo nuevas aristas. Don José imaginó cosas grandes. A lo mejor, pensó que Atlético podría crecer, ser conocido en el país, tener adeptos en todas partes y hasta cruzar las fronteras. Pero, ese pensamiento se frenaba porque no quería caer en la fantasía; como decíamos tenía sus pies puestos en la tierra.   Porque su club fue para él un fin en sí mismo,  no un medio para ganar dinero. Por el contrario, trabajaba en Fanaloza para poder vivir; parte de su tiempo restante –porque además dibujaba y tomaba fotografías-- lo dedicaba a Atlético. Sábado y domingo con sol o con lluvia.
   Reclutaba a los niños en su casa, hacía las listas con nombres, direcciones y fechas de nacimientos. De acuerdo a las edades los clasificaba en segunda o primera infantil, o juvenil. Pero, su orgullo mayor era su equipo de honor. Matriculó a su club en la Federación de Fútbol de Penco, de ese modo Atlético participaba en los torneos formales del fútbol amateur. En cada fecha de competencia, según fuera el caso, allí estaban los jugadores defendiendo los colores del club en las canchas de Penco. Y don José, el presidente, al borde del campo dirigiendo a sus muchachos, porque él también las oficiaba de técnico.
   Los niños y los jóvenes le teníamos una especial estima a don José, una persona agradable, de sonrisa constante, buen carácter, un amigo mayor. Estoy seguro que todos quienes alguna vez vestimos la camiseta de Atlético tenemos ese sentimiento de gratitud y respeto hacia la memoria de aquel hombre sencillo, alegre, organizado, responsable y serio a la vez.
   Atlético sobrevivió casi siete décadas. Incluso continuó después de su partida el 2005, bajo otra dirección. Pero, los tiempos estaban cambiando demasiado rápido, no hubo ni recursos ni la pasión para adecuarse a las nuevas condiciones sociales y económicas sin su creador. Cuatro años después del fallecimiento del fundador, Atlético desapareció también (2009). Pero, quedan los recuerdos cargados de agradecimientos y anécdotas en las canchas de Penco y Lirquén, donde regularmente se presentó el club. Estas notas ayudan, espero, a que el espíritu de Atlético siga en muchos corazones de Penco. Porque como una vez le oí a don José soñador y realizador: “Atlético es, ante todo, un semillero de futuros futbolistas”. Y tan equivocado no estaba porque algunos de sus jugadores derivaron a clubes profesionales. (Más sobre Atlético en un post anterior http://penco-chile.blogspot.cl/2014/02/la-maquina-del-atletico-en-imagenes-y.html   )
Equipo de honor de Atlético de Penco en 1950. Arriba: Escalona, Fernández (el Rube), Araneda, Herrera, Aguayo y
Montecinos. Abajo: Hugo Hormazábal, Raúl Hormazábal, Mario Hormazábal, Fierro y Óscar Pérez ( "Cacharrón).
También están los reservas Rivas y Fóster. La foto la tomó don José Riquelme en el fortín CRAV de Penco. Atrás se
observan las instalaciones de la Refinería de Azúcar.

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